Sí, Valencia es una ciudad que te atrapa sin darte cuenta. Su luz dorada sobre la piedra antigua, el eco de las Fallas cuando se acerca marzo, el plan improvisado que acaba en un tardeo con un Agua de Valencia. Es un ritmo propio, entre el pasado y el presente, como si el tiempo aquí pasara más despacio. Y en el centro de todo eso, Axel Hotel Valencia.

Este edificio del siglo XVII tiene más noches que tú, literal. Discoteca en los 70, okupado en los 90 y, ahora, el mirador privado más queer. ¡Tiene hasta una sala noble con cúpula! Y cuando te dé hambre, el mítico Café de Las Horas estará aquí mismo para que te tomes un buen cóctel antes de salir a patearte esas calles en las que siempre pasa algo.

Piérdete en el Mercado Central, pasea por la Lonja de la Seda o móntate una tarde de playa en la Malvarrosa. Axel Hotel Valencia está en pleno barrio del Carmen, en la Casa Vella, un edificio con más vidas que Madonna.